Hay personas que parecen tener claro su destino desde siempre. Mientras otras niñas respondían astronauta, médica, profesora, Anny quería seguir la corriente de los hilos. Y lo hizo: a los ocho años cosió su primer vestido. Estuvo varias horas girando la manivela que sus padres le incorporaron a una máquina de coser porque sus pies no alcanzaban el pedal. Era azul, en globo. Creció entre telas, música, entre unos padres creativos que construían ellos mismos los muebles de la sala y la cocina.
Su intuición artística se desenvolvió en un ambiente natural, donde crear era lo obvio. Estudió diseño de modas en Bogotá y desde cuarto semestre empezó a crear su propia marca. No era lo que es ahora, por supuesto, pero el camino recorrido nunca se esfuma y aquellos suéteres en tejido de punto, aquel almacén que tuvo en un centro comercial después, aquellas prendas ejecutivas y a la medida que hizo alguna vez, aquel trabajo en México durante un año en una gran empresa la fueron convirtiendo, poco a poco en lo que hoy es. La experiencia no solo le reveló su ingenio y agudeza para el arte, sino que la pulió como diseñadora, pues conoce todos los procesos con lupa. Sabe de patronaje, de corte, de armado, sabe bordar a mano y coser a máquina, sabe hacer un vestido de principio a fin. Por eso, antes de regresar del país azteca, su mejor amiga (desde Alemania) le ayudó a estructurar esa idea que siempre le rondó la mente: y cuando llegó a Colombia, se dedicó con esmero meticuloso a diseñar vestidos de novia, a dejar que su creatividad envolviera el papel, las telas y su nombre hiciera eco. Desde entonces es Anne Veneth.

Siempre que tiene un lápiz y un papel cerca, lo primero que le sale es un vestido. Como si su mano, su mente y su corazón estuvieran conectados con una sincronía alucinante. A eso se dedica: a crear, a dejarse inspirar por las mujeres que llegan a su atelier imaginando mucho o no sabiendo nada. Conversa con ellas, las guía, prefiere empezar por los qué no quieres para estar muy segura de lo que va a dibujar. Luego los qué te gusta, qué te sueñas, a qué te dedicas, y todas las preguntas que le cuenten la esencia, la historia, los detalles infalibles. Empieza a tocar telas, necesita sentirlas en su piel para saber que van a cumplir su función: ser parte de un vestido cómodo, liviano, que fluya como el viento. Le gusta resaltar las piernas, la espalda, los hombros. Está a favor de la sensualidad de la mujer, de animar a las novias a que se vean diferentes, a que exploren. Si sus vestidos fueran una palabra, bien podría ser equilibrio: ni muy bohemios, ni muy tradicionales, ni muy alternativos. Un poco de todos. Eso sí, ninguno acude al brillo, a la pedrería extravagante y sí a encajes en flores, arabescos, hojas, ramas…
Es su parte favorita: trabajar manualmente el vestido. Ya sea bordándolo o pintándolo, pues una de sus pasiones es dejar mover el pincel sobre la seda natural. Cree que ahí está el encanto mayúsculo, la sonrisa de ella y de la novia, la verdadera creación. Se gasta, sin remordimiento ni arrepentimiento, las horas que sean necesarias porque sabe que el arte toma tiempo, que la pasión viaja en sus venas, que el resultado la tiene que cautivar primero a ella y después a las demás.
Así es como ha ido creando su sello, así es como, poco a poco, ha ido notando que cuando la buscan lo hacen porque quieren un vestido que lleve cosido su talento y eso, supera todas sus satisfacciones. ¿Y cuál es el secreto para que esto ocurra? ¿Cuál es el secreto  que guarda Anne para que el viento sea su cómplice? Debe ser el de la intuición: seguirle los pasos, creer que lo que anhelamos cuando somos niños es la revelación más pura que nos hacemos a nosotros mismos.
Escrito por @lalibretamorada






LA MARCA
Anne Veneth Novias una marca exclusiva de vestidos de Novia para Novias reales que desean vivir su día perfecto entre la belleza de la comodidad y lo romántico sin sacrificar la elegancia ni la sensualidad, con un ajuste perfecto, una de las características más importantes de la marca es un fit con un trabajo de patronaje tan completo y adecuado para la silueta femenina que logra cautivar a las novias cuando prueban sus diseños.
Somos una marca con un proceso evolutivo que genera cambios constantemente que le brinden más valor a cada pieza creada en el Atelier.
El ADN de Anne Veneth Novias se ve reflejado en cada proceso y junto a una excelente selección de materiales, propósito de la marca por entregar un producto único y exclusivo.

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